– Ellos son Lucky, Lulú y Kiby, quienes en conjunto brindaron más de 20 años de servicio en la SSE, logrando importantes aseguramientos
– Les fueron retirados los chalecos tácticos, como símbolo de su jubilación y retiro a la vida civil
Con un sentido homenaje fueron despedidos de las actividades policiales los canes Lucky, Lulú y Kiby, integrantes de la Unidad Canina Especializadas de la Policía del Estado, luego de trabajar durante varios años en la detección de explosivos, drogas y armas, logrando importantes aseguramientos.
Juan Bosco Agustín Pacheco Medrano, secretario de Seguridad del Estado, comentó que los canes fueron grandes compañeros y piezas clave en el aseguramiento de droga y objetos que habrían puesto en riesgo la integridad de las personas.
“Hoy estamos aquí con el objetivo de rendir honor a tres grandes mascotas y compañeros, Lucky, Kiby y Lulú, Kiby hija de Lulú; todos ellos brindaron de siete a nueve años de servicio activo muy productivo, logrando muchos objetivos con la Secretaría de Seguridad en beneficio de la ciudadanía.
“Son más que recursos materiales, son parte de la Secretaría de Seguridad del Estado. Hemos destacado que el recurso humano es el más importante, en este caso nuestros compañeros caninos podemos considerarlos de esa manera, puesto que en cualquier circunstancia arriesgarían la vida por su manejador o por cualquiera de compañero”, expresó el secretario.
Agregó que se retiraron a la vida civil para “buscar ilusiones para los niños de las familias de nuestros compañeros y de las personas que amablemente hoy deciden adoptarlos, les aseguramos que adoptan a un gran compañero, que los seguirá en muchas aventuras y les agradecemos también el hecho de que los hagan felices”.
Lulú prestó su servicio a partir de 2011 años y se especializó en la detección de personas, además de que cuenta con la certificación por parte de la Asociación Internacional de Formación y Capacitación de Adiestradores de Perros en el rastreo y localización de personas, además de estar certificada por The United States Police Canine Association Inc. Asimismo, ha sido perro escuela para el entrenamiento y enseñanza de nuevos guías en la Unidad Canina Especializada.
Kiby nació en las instalaciones de la unidad canina y es hija de Lulú. Empezó a prestar sus servicios en la búsqueda de personas 2012 y también ha servido como perro escuela para el entrenamiento de otros canes. Además, fue entrenada para localizar narcóticos, participando en el aseguramiento de grandes cargamentos de marihuana, precursores químicos para mentanfetaminas y cocaína.
También fue certificada por The United States Police Canine Association Inc. y al igual que su madre, sirvió como perro escuela para el entrenamiento de otros canes.
Lucky inició su labor en la SSE en agosto de 2012 en la detección de aromas de explosivos y durante sus años de servicio realizó más de 3 mil 215 revisiones en diferentes eventos. También ha sido perro escuela.
Cada canino fue adoptado por una familia, entre ellas la de un policía estatal, luego de un análisis de varias personas que mostraron su interés por quedarse con cada uno de ellos.
En el evento de despedida, Jesús Manuel Covarrubias Lamas, comisario de Agrupamientos, dijo que se les da la oportunidad de tener una vida que en la Secretaría no pudieron, pues debían cumplir con su deber y salvaguardar la seguridad e integridad de las y los ciudadanos.
“Un evento como este para nosotros es muy importante. Los que hemos tenido la oportunidad de trabajar con las unidades caninas y ver que realmente más que como se ven en los hogares, como una mascota, son un compañero de trabajo, son el compañero más fiel que podemos tener.
“Para nosotros es un honor darles la oportunidad de tener una familia, la oportunidad de vivir lo que no vivieron con nosotros, que también hubo cariño, pero ahora sí van a ir a poder jugar con los niños, van a poder ir a jugar con una familia, van a poder ir a caminar en sus ratos de descanso y agradecer a las familias que los van a adoptar”, expresó.
En la ceremonia, los canes realizaron una exhibición de localización de diferentes materiales en compañía de sus manejadores y posteriormente el secretario de Seguridad les retiró el chaleco táctico, simbolizando su jubilación y retiro a la vida civil.
